La estrategia de seguridad y sus avances

Miguel Ángel Rodríguez Martínez

A un mes del anuncio de la estrategia de seguridad pública, sobresalen dos reformas al artículo 21 Constitucional y el traslado paulatino de personal de la extinta Policía Federal adscrita en la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Dichas reformas permitirán fortalecer el marco jurídico y las facultades de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. En este punto destacan dos reformas a un solo artículo en menos de un mes, evidenciando la premura en los trabajos legislativos y el tiempo perdido para avanzar en la actualización de la legislación secundaria, así como en la consolidación de las estructuras administrativas y de operación.

El traslado de personal policíaco que estaba a cargo de la Guardia Nacional hacia la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ha sido paulatino y a la fecha se lleva un tercio del efectivo total. Esta situación está impactando en el tiempo de consolidación de las nuevas áreas de la Secretaría.

En este rubro delicado se debe considerar el proceso de selección de los recursos humanos que deben asignarse a los puestos de mayor relevancia y confianza. Esto requiere de procesos meticulosos para seleccionar personal confiable y que no sea objeto de cuestionamientos por su falta de capacidad o por tener vínculos en actos de corrupción.

Se puede entender que es un trabajo complejo, que requiere de tiempo para que la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana diseñen sus bases normativas, administrativas y de operación. Por desgracia México no está en condiciones de darle un tiempo prolongado a las instituciones de seguridad pública, sobre todo si tomamos en cuenta que hay un problema de inseguridad en diferentes regiones del país que requiere de atención inmediata, sobre todo en los temas de homicidio y de mayor violencia, tal y como se describe a continuación:

La agencia especializada en estudios de opinión TReserch International, publicó el 16 de noviembre de 2024 su reporte de homicidios en México. Destacan 4,303 homicidios durante la presente administración, de los cuales 2,293 se cometieron en el mes de octubre. También proyecta para el término de sus dos primeros meses, una cantidad similar a las de la administración pasada (6,000 homicidios).

Otro dato que presenta la agencia de estudios de opinión es el de los Estados con mayor cantidad de homicidios, en los que destacan Guanajuato, Estado de México, Sinaloa, Baja California y Chihuahua.

Por otra parte, en medios de comunicación y en redes sociales se difundió que las entidades con los casos de mayor violencia durante octubre del presente año son Guanajuato, Guerrero, Sinaloa y Querétaro. Destacan como hechos violentos los coches bomba, el uso de explosivos, quema de autos, cierre de carreteras, enfrentamientos armados prolongados y agresiones a integrantes de los cuerpos de seguridad.

Estos temas tienen desgastada a la sociedad mexicana que espera acciones rápidas de parte de las autoridades, pero es evidente que sí no ven satisfechas sus necesidades, manifestarán públicamente sus inconformidades y harán cuestionamientos sobre la falta de capacidad de las autoridades competentes.

Tampoco se debe descartar la posición que está tomando el equipo del próximo presidente de los Estados Unidos y sus declaraciones sobre la incapacidad de las autoridades mexicanas para resolver los problemas de seguridad, así como los señalamientos genéricos de actos de corrupción por parte de algunos funcionarios públicos, sin que mencionen sus nombres.

Estas son las razones por las que la estrategia de seguridad pública debe avanzar a pasos acelerados y dar resultados positivos y contundentes en el corto plazo.

Hagamos de la seguridad, una disciplina, una norma de conducta y un principio de observancia.

miguel@marmgsc.com