Seguridad frente a disrupción de la IA y las TI

Miguel Ángel Rodríguez Martínez

En los últimos años, las Tecnologías de la Información (TI) fueron consolidando una interconexión global, en la que la Internet resultó ser el canal de comunicación indispensable. Este concepto también ha impactado en una nueva forma de organización, transformación y evolución social, principalmente en los campos de la ciencia, cultura, educación, trabajo, hogar y entretenimiento.

Recientemente ha surgido de manera disruptiva en el campo de las TI, el concepto de Inteligencia Artificial (IA), promoviendo sistemas que realizan tareas que en apariencia resultan racionales y humanas. Sus usos más comunes se centran en la salud, educación, industria y transporte, pero en las áreas domésticas se visualiza en las compras online, en la publicidad de productos de primera necesidad y en los asistentes digitales de teléfonos celulares.

La sociedad se ha convertido en usuario captivo de estos medios digitales:

• Tiene acceso a cantidades enormes de información en formato de texto, imagen o audio, principalmente en las redes sociales.
• Ha hecho de las compras online, una rutina porque le ahorra esfuerzo, trabajo y tiempo.
• Cada día es más frecuente el trabajo home office y la educación online.
• Las transacciones bancarias, han migrado a la banca electrónica.
• Parte de los electrodomésticos están vinculados al mantenimiento remoto.
• Los juegos de entretenimiento permiten interactuar con otros usuarios de la comunidad mundial, que en la mayoría de las veces resultan desconocidos.

Las TI y la IA son parte de nuestra realidad social y de nuestras necesidades domésticas. Fueron creadas con fines benéficos, pero por desgracia también son empleadas para cometer delitos cibernéticos. Los delitos que más comúnmente afectan a la sociedad son:

• Estafas a víctimas que se enganchan con llamadas, mensajes o correos electrónicos.
• Robo de datos personales publicados sin filtros de seguridad y privacidad, con los que se cometen acoso y extorsiones.
• Suplantación de identidad con los que se realizan fraudes, utilizando los nombres de las víctimas.
• Hackeo a cuentas bancarias personales que no tienen contraseñas robustas y que facilita la extracción de la mayor cantidad de dinero posible.
• Ciberataques que dañan equipos de cómputo y dispositivos móviles.
• Pornografía infantil, aprovechando las plataformas digitales o los usuarios desconocidos con los que interactúan los menores en los juegos de entretenimiento.

El riesgo al que está expuesta la sociedad en su calidad de usuario de las TI y de la IA, es constante, sobre todo cuando se ignora o no se aplican los protocolos básicos de ciberseguridad.

Para evitar ser objeto de los eventos peligrosos que se describieron anteriormente, es importante tomar en cuenta las recomendaciones de seguridad personal que se describen a continuación:

• Evitar abrir correos electrónicos que no sean conocidos.
• Evitar confirmar a contactos desconocidos o de apariencia sospechosa.
• Evitar publicar imágenes y datos personales que puedan ser objeto de robo.
• Utilizar filtros de seguridad y privacidad, contraseñas robustas.
• Para las madres o padres de familia que tienen hijos menores de edad, utilizar filtros parentales y supervisar constantemente las páginas a las que tienen acceso sus hijos, para evitar que sean objeto de acoso o pornografía.

No eche en saco roto estas recomendaciones. Es importante generar una cultura de seguridad personal. Ayudará a ser preventivos y a fortalecer los protocolos de protección de los bienes patrimoniales y la seguridad en sus dimensiones físicas, psicológicas y morales.

miguel@marmgsc.com