Seguridad pública y evolución hasta llegar a la Guardia Nacional
Miguel Ángel Rodríguez Martínez
La seguridad pública es una cualidad que permite disponer de espacios comunes libres de peligro, en los que la sociedad puede vivir, convivir y transitar de manera pacífica y en armonía, con la confianza de que está a salvo su integridad física, que se respetarán sus derechos fundamentales, su patrimonio y otros bienes jurídicos tutelados.
El Estado es responsable de preservar las libertades y generar condiciones libres de peligro de los espacios públicos, de prevenir y contener amenazas y riesgos que comprometan la seguridad física, moral y psicológica de las personas, su convivencia pacífica y libre tránsito.
Lo debe hacer vigilando y previniendo hechos que transgredan la normatividad legal; acercándose a los sectores sociales para atender sus quejas y motivar las denuncias ciudadanas en un ambiente de protección; previniendo, investigando, persiguiendo y sancionando delitos que vulneran la seguridad pública y derechos de las personas, partiendo de las causas que generan estos ilícitos y conductas antisociales; promoviendo valores culturales y cívicos que induzcan al respeto de la legalidad y a la protección de las víctimas, pero sobre todo, logrando la estabilidad y seguridad jurídica y social, así como el desarrollo sostenido del país.
Como se puede apreciar es un tema complejo que requiere de una planeación minuciosa, además de atención holística, polivalente y multidimensional. Demanda la colaboración de los poderes de la Unión y de los tres órdenes de gobierno. Necesita de políticas públicas eficaces y procesos de calidad. Insta que los cuerpos policíacos y de procuración de justicia, dispongan de capital humano confiable, capacitado, especializado y certificado. Exige la aplicación de programas multidisciplinarios e integrales que tengan objetivos claros, concretos y aplicables, que aporten resultados positivos, contundentes, medibles y cuantificables en el corto, mediano y largo plazo.
La seguridad pública en nuestro país es muy compleja y ha motivado múltiples acciones de las autoridades civiles, pero destaca el proceso reformador al artículo 21 de la Constitución, a partir de 1994, buscando dar claridad a las funciones del Ministerio Público, involucrando a la Federación, Estados y municipios, para que por conducto de sus policías, auxilien a esa instancia en la prevención, investigación y persecución de los delitos y para que de manera coordinada, colaboren en el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
¿Qué ha pasado en estos últimos 30 años?, ¿por qué no se ha logrado consolidar un sistema de seguridad pública que sea eficiente, eficaz y efectivo?, ¿por qué sigue siendo un problema complejo la seguridad pública en México?
Se perciben tres factores importantes que afectan la consolidación del sistema de seguridad pública y la obtención de resultados tangibles:
1) Las reformas al artículo 21 Constitucional se hicieron con buena voluntad, pero no se lograron consolidar cuerpos policíacos profesionales para actuar como auxiliares confiables del Ministerio Público. Esta situación generó y sigue generando señalamientos de abuso de autoridad, corrupción e incapacidad.
2) El Sistema Nacional de Seguridad Pública desde su origen, ha sido motivo de la falta de coordinación entre las autoridades civiles de los tres órdenes de gobierno, ya sea por indolencia, ideologías políticas, posturas de supuesta autonomía, pero sobre todo, por los cambios periódicos en las administraciones públicas locales.
3) La evolución que tuvo la Policía Federal es otro factor relevante, por los cambios en sus nombres y dependencias, de quien estaba a su control con el paso de los años.
A) Veamos primero la evolución de su nombre y propia estructura. En 1925 se crea como la Comisión Nacional de Caminos, mientras que en 1928 se transforma en el Escuadrón de Agentes Vigilantes de la Oficina de Tránsito; en 1931 cambia de nombre por el de Policía de Caminos, y en 1939 se le otorga la denominación de Policía Federal de Caminos; hasta 1999 es sustituida por la Policía Federal Preventiva y en el 2009 es reemplazada por la Policía Federal para cumplir funciones de investigación preventiva y auxiliar a las policías estatales y municipales.
B) Ahora veamos de quién ha dependido. En 1928 dependía de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas; en 1953 estuvo a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional para consolidar su organización e instrucción militar; fue en 1972 que pasó a depender nuevamente de la Secretaría de Comunicaciones, y en 1999 fue controlada por la Secretaría de Gobernación; para el año 2000, es asignada a la Secretaría de Seguridad Pública Federal y en el 2012 se le encomienda a la Comisión Nacional de Seguridad.
C) En este apartado también se debe considerar a la Guardia Nacional, que fue motivo de polémica y debates, desde su creación en el año 2019, por tener carácter civil, pero con estructura militar, y que estuvo adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública Federal inicialmente; ahora, en su calidad de fuerza armada permanente, depende de la Secretaría de la Defensa Nacional para realizar las funciones de policía en lo referente a la prevención, investigación y persecución del delito, con apego al artículo 21 Constitucional.
Se puede concluir que la seguridad pública es compleja y en México no ha sido la excepción. Se han desarrollado múltiples acciones, buscando disponer de una estructura robusta de seguridad pública federal que auxilie con profesionalismo y confianza al ente de procuración de justicia en sus funciones de prevención, investigación y persecución del delito. Los resultados no han sido satisfactorios y la posible causa de este fenómeno se focaliza primeramente en los cambios drásticos que ha tenido durante 90 años el cuerpo de policía federal y que han impedido que tenga una consolidación formativa, administrativa y operación; en segunda instancia en el hecho de que ha pasado a depender de diversas entidades de gobierno, entre las que destaca la Secretaría de la Defensa Nacional, en los años de 1953 y en 2024.
En su momento tuvo éxito la consolidación de la Policía Federal de Caminos bajo la dependencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, ahora con la Guardia Nacional, hay elementos para señalar que no será la excepción. Primero porque ya hay una estructura robusta de esta institución; segundo por que se cuenta con un marco constitucional claro y preciso; tercero, porque se aprovechará la formación basada en principios y valores que fomentan las fuerzas armadas. Esperemos no equivocarnos.
Hagamos de la seguridad, una disciplina, una norma de conducta y un principio de observancia.
Gabriel Ruiz
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Siempre muy interesantes los datos que presentas, tema complejo ayer, hoy y siempre…
noviembre 4, 2024