Impulsar agenda de las mujeres en México
Jesús Vaca Medina
El mes de mayo es un buen momento para recordar la complicada y difícil situación que viven las mujeres en nuestro país. En México, ser mujer significa luchar contra la corriente. En otras palabras, utilizando el argot futbolístico, ser mujer es como iniciar un partido perdiendo 2 a 0, y peor aún, de visitante, con la tribuna en contra.
Las mujeres no solo se enfrentan a un contexto adverso en el ámbito político, social y cultural que a menudo escuchamos en los noticieros, sino también en la vida económica y profesional. Esa parte de nuestras vidas que contempla muchos de nuestros sueños, proyectos y aspiraciones.
Lo peor de todo es que el sistema en el que vivimos tiende a perpetuar la desigualdad de género. Por ejemplo, las mujeres ganan 25% menos que los hombres por el simple hecho de ser mujeres. Además, solamente 29% de ellas tiene acceso al crédito formal. Este fenómeno ocasiona que cuando una familia decide que uno de los miembros debe sacrificar tiempo de trabajo, generalmente es la mujer porque es menos costoso. Esto presiona a que las mujeres acepten menores retribuciones o caigan en la informalidad con empleos precarios; además de hacerse cargo de las labores domésticas no remuneradas.
Estas condiciones se recrudecieron con la pandemia: 2 de cada 3 empleos perdidos, fueron de ellas, lo cual ocasionó un retroceso en la brecha de género de aproximadamente 10 años; ocasionando que la participación laboral femenina sea de 40%, contra 73% de los hombres.
A pesar de que varios estudios científicos han demostrado que la igualdad de género promueve una mayor productividad de las economías, en México la cultura es más fuerte que la razón. El problema es que la igualdad de género en los mercados laborales es un tema que todos conocen, que todos opinan, pero nadie hace nada al respecto, “porque no podemos hacer nada”.
Transitar hacia una sociedad más justa e igualitaria en los mercados laborales es tarea de todas y todos. De los gobiernos, creando legislaciones que impidan vulnerar los derechos de las mujeres. Hoy en día, 3 de cada 10 mujeres no tienen acceso a la formalidad.
De las empresas, garantizando las mismas condiciones y oportunidades para los hombres y las mujeres. Solamente 15% de los cargos directivos dentro de las mismas son de ellas. De la academia, poniendo a discusión el tema, visibilizando el problema y generando más información que permite la creación de más y mejores estrategias.
Según el Índice Global de Brecha de Género necesitamos más de 150 años para alcanzar la paridad de género. Pero no tenemos que esperar un siglo y medio. Nosotros podemos acelerar ese proceso si cada una y cada uno pone su granito de arena para que las cosas sucedan.
Pero necesitamos de un trabajo articulado y coordinado, que va desde la definición de políticas públicas, organismos gremiales o desde los colegios de profesionistas. Como Colegio de Administradores tenemos que impulsar agendas y condiciones de cambio ante la perspectiva actual. La paridad de género se construye con lazos de colaboración entre los distintos sectores sociales y como profesionistas, no seremos la excepción.
