Despierta México frente al despotismo
Mariana Aranguren del Bosque
Las imágenes que circulan por todas las televisoras y portales informativos alrededor del mundo, hoy reflejan lo que sin duda alguna es un nuevo despertar de México frente al despotismo que enfrenta en su gobierno federal al grado de representar las manifestaciones de defensa al Instituto Nacional Electoral (INE), como la antesala de una fatal despedida del morenismo que por muchas menos barbaridades, echaron a la calle al priísmo de Enrique Peña Nieto, el más frustrante retorno al poder por parte de ese instituto político que quizás ya quedó sepultado eternamente.
Es un contundente aviso al presidente Andrés Manuel López Obrador para que vaya preparando su deshonrosa despedida y quizás hasta su encarcelamiento como se la aplicaron en Brasil a Luis Ignacio Lula da Silva, junto con una buena parte de los integrantes de su gabinete, que inexplicablemente se despacharon con la cuchara grande, de manera más descarada que el PRI del 2012 al 2018, y peor aún, está por destaparse el desorden jurídico, financiero, estructural y organizacional que jamás se haya registrado en la historia de la administración pública federal en México.
Si bien es cierto que Morena tiene comprado a un amplio sector de la población con sus programas paternalistas, también lo es que cuando le colman la paciencia a muchos de los apáticos ciudadanos de este país, éstos se organizan impresionantemente y provocan vuelcos a la nomenclatura en el poder, como así se la aplicaron a los del PRI en su momento en el año 2000 y al PAN en el 2012.
Precisamente por eso el terror que le tienen al INE, porque no tenerlo sometido al capricho presidencial en turno, permite una indiscutible transición democrática en donde nadie puede cuestionar sus resultados, que por igual le dan el triunfo a unos que a otros, como así ha quedado evidenciado en las últimas dos décadas de sufragio electoral.
Así que mis felicitaciones a los muchos millones de mexicanos movilizados en distintas partes del país, esos que el próximo año manifestarán su voluntad de no volver al pasado corrupto y mentiroso que tanto daño provocó a nuestra Nación, que así como premia y confía en ofrecimientos de campaña y resultados de gobierno, también castiga y expulsa a quienes traicionaron la esperanza de la ciudadanía, expresada en las urnas que todos los mexicanos celosamente protegemos.