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La trascendencia del 2024 en seguridad

EL BAÚL AZUL

Miguel Ángel Rodríguez Martínez

Estamos a punto de que termine el año 2024. Es trascendente por el cambio de administración federal y porque se cumple un ciclo de seis años, marcado por constantes cuestionamientos a las políticas públicas y resultados obtenidos en materia de seguridad.

En materia de homicidios, el 2024 registró un promedio de 30,600 ilícitos, de los cuales 199,621 corresponden a la administración pasada y 6,813 ya son parte de las estadísticas de la presente administración.

Comparemos estos números (30,209) con los registros anuales del 2019 al 2023 (31,062 homicidios en 2023, 33,287 homicidios en 2022, 35,700 homicidios en 2021, 36,773 homicidios en 2020 y 36,661 homicidios en 2019). Resulta evidente que hay una tendencia a la baja y que hay una constante, a partir del 2020.

Bajo esta perspectiva se puede señalar que la estrategia de seguridad aplicada durante los últimos seis años fue eficiente, eficaz y efectiva, que ofreció resultados positivos y que los cuestionamientos a la política de abrazos y no balazos, fueron motivo de envidias y resentimientos.

Hagamos un paréntesis para ir a las estadísticas sexenales. En el último ciclo de seis años, los registros de homicidios cerrarán arriba de los 206,434 ilícitos. Cotejemos esta cifra con los registros de las últimas tres administraciones pasadas (una priísta y dos panistas). La administración del PRI cerró su ciclo con 156,066 homicidios y las panistas cerraron con 120,463 y 60,280 homicidios cada una.

En este apartado, el trabajo realizado por las administraciones de Morena en comparación con las anteriores administraciones priísta y panistas, refleja con claridad una tendencia al alza en homicidios. En comparación con la administración tricolor, la diferencia es de 25% y en comparación con las administraciones panistas es de 42% y 70%, respectivamente.

Bajo esta perspectiva, la política de “abrazos y no balazos” resulta un rotundo fracaso, quedan en evidencia tanto la deficiencia de las políticas públicas como la incapacidad de las autoridades de seguridad. También queda claro que hubo un incremento en la incidencia delictiva, que las actividades de los grupos criminales son más violentas y este problema está generalizado a nivel nacional. En esta temática, los cuestionamientos a la política de abrazos y no balazos resultan válidos y con argumentos sólidos, ya que son consecuencia de la preocupación y el hartazgo en los diferentes sectores sociales.

Regresemos ahora a la valoración trimestral de la última administración. Durante los primeros tres meses de la presente administración se han registrado 6,813 homicidios. Esta cifra es menor a la registrada en la administración que acaba de concluir, que fue de 8,930 homicidios. Ahora comparemos esta cifra con la registrada en los tres primeros meses de las últimas administraciones priísta y dos panistas. 5,800, 2,013 y 2,609 homicidios en cada una de ellas.

En este rubro, al comparar el resultado de la presente administración con el de la administración que concluyó recientemente que también es morenista, podemos decir que la estrategia de seguridad está dando frutos. El único problema en este punto es que las actividades delictivas en estos tres primeros meses han sido cada día más violentas y el empleo de explosivos por parte de las organizaciones criminales es cada vez más recurrente.

En la comparación con los registros de las administraciones priísta y panistas, queda de manifiesto que el reto que se tiene la presente administración es mayor, muy complejo, requiere de mucho trabajo y resultados inmediatos y constantes, que sean tangibles, mesurables, medibles y cuantificables.

Son apenas tres meses y como deseo de Año Nuevo, esperemos que se consolide la estrategia de seguridad, que se muestren las capacidades de las autoridades de seguridad, que el trabajo de coordinación y apoyo entre los tres órdenes de gobierno se garantice, que se discrimine la política y la politiquería al trabajo institucional en materia de seguridad y lo más importante, que se logren las condiciones de paz, justicia y seguridad. Esto es y será siempre por el bien de la sociedad mexicana, aquella de la que diariamente se habla desde el atril de Palacio Nacional.

P.D. Es importante estar preparados a la dinámica que se vivirá en el país vecino del Norte, a partir del próximo 20 de enero de 2025, fecha en la que habrá cambio de administración en el gobierno estadounidense y que dos de los proyectos de campaña que se piensan aplicar, tendrán un impacto directo en nuestro país.

Hagamos de la seguridad, una disciplina, una norma de conducta y un principio de observancia.

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Es experto en planeación estratégica, gestión de riesgos y seguridad patrimonial, además de académico en la Universidad Panamericana

miguel.rodriguez@notiemp.com

Comentarios
  • Cifras siempre interesantes…
    Gracias por lo escrito en 2024 y esperemos mejores números en el año venidero y siguientes.

    diciembre 30, 2024

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