Cómo va México a la mitad de la contienda electoral
Miguel Ángel Rodríguez Martínez
El proceso electoral inició el primero de marzo con una incidencia delictiva marcada por extorsiones, robos, homicidios y confrontaciones violentas entre grupos delictivos en diferentes regiones del país.
Seis semanas después, prácticamente a la mitad de la contienda electoral, México enfrenta tres problemas que impactan en la seguridad: a) la incidencia delictiva, b) la migración y 3) las relaciones diplomáticas con Ecuador.
Sobre la incidencia delictiva permanece la constante de diversos delitos, entre los que sobresalen los siguientes:
* El robo en sus diferentes modalidades mantiene una tendencia al alza en relación con el año 2023. En este rubro destaca el robo a transportistas que registra un promedio de 269 casos mensuales, en donde 80% se cometen con violencia.
* Los homicidios es otro delito que mantiene una constante. Un promedio de 95 casos diarios, 7,887 en lo que va del año, 2,200 en el mes de marzo y 183,954 en la presente administración, 2,200 casos más que cuando empezó la campaña electoral. Llama la atención que 24 víctimas de este delito fueron aspirantes, candidatas y candidatos a puestos de elección popular.
* Las desapariciones de personas no localizadas mantienen una constante en el país. 21 casos diarios en promedio, 2,009 en lo que va del 2024 y 50,091 en la presente administración.
Respecto a la migración destaca el incremento paulatino de personas extranjeras que se quedan por diferentes motivos en México:
* Por una parte, los flujos de migrantes que ingresan por la frontera Sur de nuestro país y que se van quedando en diferentes poblaciones, principalmente en las ciudades fronterizas del Norte.
* Por otra parte, los miles de migrantes que deporta mensualmente el gobierno de Estados Unidos a nuestro país para que posteriormente sean repatriados a sus respectivos países.
* La característica que comparten ambos grupos es que permanecen en México por periodos prolongados. La mayoría de las personas por la forma de subsistir compromete su salud e integridad y un porcentaje menor se involucra en actos ilícitos.
El conflicto diplomático entre México y Ecuador tiene causas que afectaron directamente la seguridad y soberanía de nuestro país. La postura adoptada por ambos gobiernos en estos momentos no ayuda a mejorar las condiciones de seguridad.
Como se puede apreciar a la mitad del proceso electoral, la seguridad en México no ha mejorado. No se han logrado condiciones de paz y tranquilidad.
Los delitos de alto impacto mantienen una constante o una ligera tendencia al alza en el país; la presencia de migrantes por tiempos prolongados en diferentes ciudades genera condiciones que favorecen su cooptación por parte de la delincuencia organizada y, el conflicto entre México y Ecuador por su propia naturaleza, causas y esencia también es un tema que impacta de manera negativa en la seguridad de nuestro país.
Para el pensamiento crítico que percibe como un distractor el conflicto diplomático, es mucho más grave el impacto en la seguridad, porque entonces, tendríamos que estar analizando si nuestros representantes en el extranjero comprometieron la seguridad y soberanía del país para favorecer intereses políticos.
Por último, la sociedad sigue manteniendo una percepción de inseguridad. Su preocupación está centrada en la falta de sensibilidad de las autoridades para que se generen condiciones de paz y libre tránsito. Los representantes de gobierno o argumentan el respeto a la legislación electoral para no hacer declaraciones públicas sobre el tema o justifican actos de sus opositores políticos para desviar la atención a otros temas. Las y los candidatos además no tienen la capacidad para atender y solucionar el problema de la seguridad, se empeñan en comprometer acusaciones y señalamientos a sus contrincantes, sin hacer propuestas serias, responsables y con objetivos alcanzables a plazos inmediatos.
Esperemos al 29 de mayo de 2024, fecha en que concluye la contienda electoral para ver cómo llegamos en materia de seguridad.
Hagamos de la seguridad, una disciplina, una norma de conducta y un principio de observancia.
