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Delitos que afectan a la sociedad y cómo mejorar su seguridad

EL BAÚL AZUL

Miguel Ángel Rodríguez Martínez

En la convención social de que los delitos son conductas que violentan las normas de convivencia social, sin duda alguna que los que más afectan a la sociedad son las lesiones, el robo, los homicidios y feminicidios, así como el secuestro, fraude y extorsión, el hostigamiento, la violencia sexual, las amenazas y la violencia familiar.

Las estadísticas públicas destacan lo siguiente:

  • De acuerdo con el registro del semáforo delictivo nacional, durante el mes de agosto de 2023, los delitos que más se cometieron en el país fueron las extorsión, lesiones, violación y violencia familiar, seguidos por los homicidios, feminicidios, robo de vehículos, a casa habitación y a negocios.
  • El mismo semáforo delictivo registró para Jalisco, las lesiones, violación y violencia familiar como los delitos que más se cometieron y en segundo orden de importancia, registro las extorsiones y el robo a vehículos.
  • En el informe de seguridad pública correspondiente al mes de septiembre del 2023, presentado por el gobernador de Jalisco, resultan coincidentes los delitos presentados, con el registro del semáforo delictivo nacional, aunque hace una observación sobre una reducción, en comparación con el 2022.

Esas conductas antisociales representan una amenaza a la sociedad, quien a pesar de los esfuerzos y resultados que tengan las autoridades de los tres órdenes de gobierno, mientras tengan una percepción de inseguridad, seguirán exigiendo condiciones para que no sean objeto de ilícitos que comprometen sus derechos y la protección de su patrimonio.

Ahora, centrémonos en tres elementos que se involucran en la consecución de un delito. 1) Sujeto que realiza el acto ilícito, 2) Lugar en el que se comete el ilícito, y 3) Víctima del acto delictivo.

El sujeto que realiza el acto ilícito es la persona que comete la conducta antisocial o el delito. Puede estar motivado por diferentes causas, como es la necesidad económica, inestabilidad emocional, desintegración familiar, ausentismo escolar, consumo de alcohol o de sustancias prohibidas, pero cualquiera que sea la causa, es un hecho que está decidido y únicamente buscará la oportunidad para cometer la conducta antisocial o delito.

El lugar es el espacio que eligió el sujeto para cometer el delito; puede ser cualquiera, una vialidad, una parada del servicio público, una plaza comercial, un gimnasio, instalaciones de una empresa, comercios e inclusive, los desarrollos condominales o domicilios particulares. La única condición que impone es la carencia de seguridad, como puede ser, la ausencia policiaca, vialidades oscuras, iluminación deficiente, sistemas tecnológicos obsoletos, nula comunicación ciudadana con la autoridad, deficiente sistema para denuncias, protocolos complejos de atención y apoyo ciudadano, así como la capacidad de reacción tardada e ineficaz.

La víctima es el ciudadano que es objeto del delito y que se ve afectado en sus bienes jurídicamente tutelados. Puede ser una víctima directa, indirecta o potencial.

Hay algunos errores que cometen los ciudadanos que aunados con las condiciones del lugar por el que transiten y la presencia del sujeto que tiene la intención de cometer el delito, vulneran su seguridad e incrementan el riesgo de que sean objetos de una conducta antisocial. Destacan la falta de interés por generar una cultura de seguridad, ignorancia de los peligros a los que están expuestos, descuido con sus medidas de protección personal y de su patrimonio, transitan por lugares aislados y oscuros, ignoran los protocolos de alarma, de denuncia ciudadana y discriminan el concepto de seguridad.

Tratamos un tema complejo que requiere de una cultura de prevención del delito que vaya acompañada de una política de seguridad pública que atienda al ciudadano, mantenga una vigilancia urbana, garantice el orden, la paz pública y la convivencia pacífica, que sea eficiente y eficaz en la prevención, investigación y persecución del delito y que se sancione a los que infringen los derechos y bienes de los demás.

También se recomienda acompañarla de un protocolo básico de seguridad personal, que aplique de manera natural el ciudadano, en su domicilio y trabajo, con sus familiares y cuando transita en la comunidad.

Cuando todos aportamos nuestro granito de arena, logramos grandes cambios.

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Es experto en planeación estratégica, gestión de riesgos y seguridad patrimonial, además de académico en la Universidad Panamericana

miguel.rodriguez@notiemp.com

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